Egilea/Autor: Jose Valderrey, 2004
1887-1914. PRIMEROS PASOS
Indalecio Ojanguren Arrillaga nació en Eibar – Gipuzkoa- el 15 de noviembre de 1887. El nombre le viene de su padrino Indalecio Sarasqueta, un famoso pelotari que dominó en todas las especialidades, más conocido por «Chiquito de Eibar». En aquel año, la villa de Eibar tenía censados 5.103 habitantes. Eran años de prosperidad para la industria armera, principal sector de producción de los pequeños talleres eibarreses.
Terminado el siglo XIX comenzó una fiebre de trabajo y de iniciativas industriales en Eibar que supuso la conquista de nuevos mercados en México, Argentina , Brasil e incluso Estados Unidos, debido a la buena manufactura de las armas y su bajo coste. Un flujo de inmigrantes provenientes en gran medida de Gipuzkoa y Bizkaia – pues la sociedad eibarresa era casi en su totalidad vascoparlante- llegó a la villa armera que duplicó su población en 1910.
Indalecio Ojanguren comenzó a trabajar cuando tenía dieciseis o diecisiete años, como todos los muchachos eibarreses de su época. Se formó en la fábrica G.A.C. como armero especialista en montajes de movimientos de disparadores de revolveres (1)
Se desconoce cuándo, cómo y porqué Ojanguren se aficionó a la fotografía. A finales del siglo pasado el fotógrafo Román Ortuoste tenía su estudio «Fotografía la Independencia» en la Calle María Angela de Eibar y es probable que con él se iniciara en la técnica fotográfica. Además, a principios de este siglo las novedades fotográficas llegaban continuamente a Donostia a través de la frontera y al puerto de Bilbao desde Inglaterra. También las diferentes asociaciones fotográficas del Estado publicaban revistas con abundante documentación.
El primer dato de su trabajo fotográfico corresponde a 1908. El diario madrileño ABC publicó su primera fotografía: una inundación ocurrida en Eibar, en la cual su propia casa de Ardanza fue una de las siniestradas. A Ojanguren que en esa época tenía el oficio de armero, le extrañó que pasado un tiempo recibiera un dinero que el diario ABC le enviaba por su trabajo.
De esta época es otro dato clave para entender su posterior forma de vida. Un consejo médico para que practicara el deporte de montaña «andar, andar y andar». La úlcera que tempranamente le habían diagnosticado no le permitía pasar las tardes de txikiteo con su cuadrilla. Indalecio Ojanguren perdió de esta forma una costumbre eibarresa e inició otra gran afición, que con el rodar del tiempo le haría célebre.
Ojanguren era un hombre inquieto, curioso por su entorno y con espíritu artístico y su biografía lo confirma, pues también fue músico, y tocaba el trombón de varas en conciertos y pasacalles festivos en la popular banda eibarresa «La Marcial».
En el verano de 1914, llegó la palabra crisis a Eibar. La Primera Guerra Mundial y la neutralidad española en el conflicto, supuso el cierre de las rutas comerciales habituales y el paro de las fábricas y talleres durante casi un año. En agosto, el Ayuntamiento eibarrés, tomo el acuerdo de realizar la carretera de Eibar a Aginaga. En un mes, cuatrocientos antiguos armeros dejaron el buril y las máquinas y urgaron en las faldas del monte Urko con el pico y la pala. Pero pronto remitió la crisis porque los franceses vineron a Eibar en busca de armas, que las necesitaban con urgencia y en cantidad.
El 27 de noviembre de 1914, Ojanguren solicitó del Ayuntamiento la autorización para abrir su gabinete fotográfico. Contaba con el apoyo de su padre, que le cedió el terreno para edificar su nuevo laboratorio. También le animaban para emprender su nuevo oficio los premios recibidos. Un año antes le habían premiado en Tolosa por una fotografía antecesora de sus series sobre «Tipos Vascos»: se trataba de una mujer con la vestimenta típica rural caminando con un niño en la espalda (2). Además para entonces ya había publicado sus fotografías en el diario madrileño ABC y en la donostiarra revista «Novedades».
También es en 1914 cuando comienza en la cumbre del Ganekogorta la historia de los concursos de montaña impulsados por el Club Deportivo Bilbao y por el tesón de su presidente Antxon Bandrés. La constancia en la celebración de esta modalidad de recorridos de montaña, la creación y formulación a los pocos años de la Federación Vasco Navarra de Alpinismo coordinadora de las asociaciones deportivas locales, la elaboración de reglamentos deportivos unido a los logros de estos pioneros del alpinismo vasco que difundieron con su presencia, sus textos y fotografías el amor al monte, consiguieron extender la afición alpina por todo Euskal Herria.
1914 – 1972. LA LEYENDA DEL FOTOGRAFO AGUILA
Indalecio Ojanguren es uno de los pioneros del montañismo vasco, fue el primer guipuzcoano que logró el concurso de cien montes – después lo realizaría en siete ocasiones más- pero sobre todo es su gran propagandista gráfico. Cristalizó grandes vistas panorámicas y se autoretató muchas veces en las cumbres; documentó el trabajo en la montaña, los tipos vascos que en ellas vivían y sus costumbres. Fotografió las cumbres y los cielos, inmortalizó a los pioneros del alpinismo vasco y las reuniones en Elgeta de la Fedración Vasca de Montaña y acudió siempre con su cámara a las grandes concentraciones deportivas, festivas y religiosas celebradas en cualquier rincón de Euskal Herria.
Fue colaborador habitual de una veintena de publicaciones periódicas, sus fotos ilustraron desde boletines locales hasta enciclopedias; triunfó en concursos fotográficos y expuso sus obras en varias capitales. En la actualidad, sus fotografías de nuevo vuelven a la luz por su valor documental, etnográfico y artístico.
Ojanguren era de caracter afable y sencillo, pero «gracias a su dinamismo, capacidad extraordinaria para el trabajo y su temperamento intuitivo de coleccionista hicieron que con perseverancia y recia actitud en e trascurso de la vida , recorriera miles de kilómetros a pie, fuera acumulando en su archivo paisajes, cumbres, caseríos, escudos, iglesias, ermitas, ayuntamientos tipos populares, personalidades, costumbres, escenas, monumentos, etc.»(3)
Esa constancia en su oficio de fotógrafo y en sus aficiones montañeras fue tejiendo la leyenda que pronto trascendió del ámbito local para convertirse en una figura excepcional.en la fotohistoria y el alpinismo vasco. El Fotógrafo Águila conjugó durante más de medio siglo dos aficiones que le dieron merecida fama y que trascienden a su muerte.
El mito del Fotógrafo Águila y su constancia como montañero queda constatada en la siguiente anécdota relatada por Juan San Martín (Pyrenaica, 1967): «En unos caseríos de Aramayona (Alava), que después de charlar un rato con los lugareños y en el cual salió a relucir el nombre de Eibar, díjole una anciana que hace muchísimos años visitó aquel lugar el fotógrafo Ojanguren que también era de Eibar. Cual no sería el asombro de la viejecita cuando nuestro fotógrafo se dio a conocer diciendo que era él. Entonces ella insinuó: «Baina zu ez zara izango aintzinako Ojanguren; zu, aren semeren bat izango zara » (Pero no será usted aquel Ojanguren de antaño; usted será algún hijo de aquel)».
OJANGUREN PROPAGANDISTA ALPINO
Para una de sus exposiciones en los años veinte, dedicadas a la montaña realió el montaje: «PRACTICA EL ALPINISMO» que constituye una hemosa muestra de su trabajo. Un cuadro resumen que demuestra las variadas facetas de Ojanguren como fotógrafo y montañero.Con un control perfecto de la luz y de la perspectiva, incluye desde vistas generales a detalles de abruptas peñas y funde al hombre en el paisaje en esmeradas composiciones. Ojanguren humanista, observador, pictorialista y etnógrafo. Describe la magia del momento de enfrentarse a la naturaleza y ofrece este goce estético, animando a seguir sus pasos. Este cuadro es un perfecto resumen de la forma de entender la montaña y extender sus aficiones.
El Fotógrafo Águila, pionero guipuzcoano en el concurso de los cien montes fue roconocido muchas veces como propagandísta gráfico numero uno. El 20 de junio de 1926, dos años después de la fundación en Elgeta de la Federación Vasco Navarra de Alpinismo, le fue entregada en la fuente del Pol Pol de Irukurutzeta «la medalla de Oro al gran divulgador gráfico», en 1927 en Madariaga (Izarraitz) le dedicaron un homenaje por su «intensa, entusiasta y desinteresada propaganda gráfica en pro del alpinismo», en 1934 le concedieron la Medalla al Mérito por su labor divulgadora.
Por aquellos años Ojanguren se prodiga en exposiciones sobre el País Vasco, Picos de Europa, Sierra Nevada, Pirineos, Marruecos… en todas las capitales vascas.(4)
El 30 de diciembre de 1924 La Voz de Gipuzkoa ensalza la faceta montañera de su corresponsal gráfico. El 28 de enero de 1934 el periódico deportivo Excelsius en su página dominical de Alpinismo, de la que Ojanguren era colaborador gráfico habitual y en ocasiones hasta escritor (el 7 de enero de 1934 publica un artículo titulado «Excursión a los Picos de Europa») reseña «Una artística exposición de fotografías en Eibar. El fotógrafo alpinista Ojanguren expone sus mejores obras». El autor del artículo Antonio Ferrer «El Hombre de las Cavernas» ilustra el artículo con dos fotografías de la exposición, una vista del Pico Veleta y otra de los montes de Melilla.
La profesión de reporter gráfico de Ojanguren favorece la difusión del deporte alpino. La fotografía podía influir en el comportamiento de las personas y los alpinistas eran coscientes de ello. Son imagenes de fácil comprensión, accesibles al público en general a través de su aparición en periódicos, revistas, folletos, libros, postales, exposiciones y concursos. Su poder de persuasión quedó bien patente en la posterior guerra civil, siendo utilizada por los dos bandos como arma propagandista.
Durante la dictadura también la nueva Delegación Regional de Montaña le rindieron homenaje en 1943, en el simbólico pueblo de Elgeta y le impusieron -por sus logros deportivos y sobre todo por su labor como reporter gráfico de montaña- la medalla al Mérito Montañero en categoría regional y tres años después en el Aitzgorri le otorgaron la Medalla Nacional al Mérito Deportivo de Montaña. Ojanguren socio fundador del C.D.Eibar fue también varias veces presidente de la comisión de Montaña y de su Junta Directiva. En 1953 le tributaron como homenaje el IX «Salón Nacional de Fotografía de Montaña Indalecio Ojanguren». Los últimos años fueron pródigos de homenajes: Aitzgorri, Zumárraga, Elgeta, Arrate…. En 1967 el C.D.Eibar le nombró presidente Honorario.
OJANGUREN «REPORTER GRAFICO» INDEPENDIENTE
Indalecio Ojanguren, tiene 27 años de edad y su establecimiento fotográfico recién inaugurado. Más para recibir avisos que para realizar retratos de estudio. A finales de 1914 comienza su tarea profesional y realiza todo tipo de encargos. Por delante de su objetivo pasan grupos de amigos, despedidas de soltera, «nuevas» tecnologías industriales, deportistas, caserios y montañas. Para ganar tiempo compró uno de los primeros coches de Eibar, de marca Citroën apodado «la Txalupa» por su gran parecido con una embarcación.
Es una época de continuas idas y venidas del fotógrafo Ojanguren cargado con el cajón de madera, donde guardaba su primera cámara de fotos de marca «Ernemman», de 12 a 18 placas de vidrio de 10x15cm., un trapo negro, un trípode de madera y en ocasiones magnesio para iluminar interiores.
Su primer gran trabajo como profesional lo realizó durante 1914 y 1915 y demuestra su tenacidad que mantuvo a lo largo de su vida.«Hay que oirle contar a Ojanguren en su vascuence eibartarra, entreverado esta vez de frases castellanas, aquella llamada de don Toribio Noain, el administrador del periódico El Pueblo Vasco, encargado de dar forma al Album de Gipuzkoa proyectado por don Rafael Picavea -un álbum codiciado hoy por los libreros de viejo-, llamó a Ojanguren: Nos hemos acordado de usted. Si podría usted hacer algo…- ¿Haser algo? Todo también…» (5) . Ojanguren recorrió toda la provincia. Con la misma finalidad trabajó toda Bizkaia durante los años 1918 y 1919, pero no llegaron a editarse.
Estos primeros años de Ojanguren como profesional de la fotografía coincidieron con el impulso tecnológico de los sistemas de impresión y algunos años de bonanzas económicas que permitieron consolidar la fotografía en la prensa. Ojanguren estaba en todas partes e incluso llegó a editar por su cuenta varias series de postales. Ojanguren fue una firma conocida desde 1917 hasta 1936 en las publicaciones de información general y deportiva del País Vasco Madrid, Barcelona y hasta de los vascos residentes en Argentina.
Llegó la II República y Eibar fue la primera ciudad en proclamarla.La abanderadas, la tricolor en el Ayuntamiento y en el Cuartel de la Guardia Civil, manifestaciones populares, forman también parte de su archivo gráfico. Dos años después merece destacarse las explendidas fotografías de las elecciones al estatuto de autonomía.
«Ojanguren Reporter Gráfico». Este era el sello que ponía en el anverso de sus fotografías , la marca de la casa y de su saber hacer como profesional de la imagen. «Los fotógrafos independientes fueron aquellos que mantuvieron el espíritu bohemio y trotamundo de algunos de los pioneros más destacados de la fotografía . El trabajo que realizaban era en la mayor parte de las ocasiones por propia iniciativa. Lo distribuían personalmente entre los diarios con los que tuvieron relación, o bien se lo solicitaban de las propias redacciones a guisa de colaboración. Un caso destacable de este estilo de reporteros gráficos fue el de Indalecio Ojanguren»(6)
En 1936 llegó la guerra. Los bombardeos destrozaron Eibar y se trasladó -que mala suerte- con su mujer y cuatro hijos a Gernika. Ojanguren realizó algunos reportajes en los frentes, fotografió trincheras y destaca la colección de ciento veinte fotografías del «Cinturon de Hierro» de Bilbao, muchas de las cuales se pudieron volver a ver en una magnífica exposición celebrada en 1995 en el Photomuseum de Zarautz.
Después a Ojanguren le tocó vivir la posguerra, la dictadura militar, la adecuación al nuevo regimen y el Plan de Regiones Devastadas. Un profundo cambio llega a los periódico y al modo de publicar fotografías. la creación de una prensa del movimiento sometida a una ferrea censura y la continua demanda de mano de obra que la renacida industria necesitaba, obligó al fotógrafo eibarrés a dedicarse más a las fotos de álbum familiar que a la fotografía de prensa. Ojanguren tuvo que pagar una multa por ser del PNV y poder ejercer de nuevo su profesión. Se conservan sus imágenes de la reconstrucción de Eibar y las obras para cubrir el río Ego, de la recién inagurada Plaza de los Martires de la Nueva España, de Franco bajo palio.
En la década de los cincuenta Ojanguren mantuvo su pequeña tienda de fotografía comercial y continuó publicando fotos en los peródicos. Pero cedió la responsabilidad de muchos reportajes gráficos deportivos a su hijo Eli, también aficionado a la fotografía y que conserva de forma sobresaliente el amor a la montaña y la constancia en los recorridos de Cien Montes. Sin embargo, el Fotógrafo Águila se encargaba todavía de procesar las copias y realizar algunas tomas que mandaba por el tren a los periódicos donostiarras.
El Fotógrafo Águila fue un gran trabajador y desde su pequeño estudio de Eibar llegó a colaborar durante su trayectoria como profesional de la imagen con una veintena de publicaciones periódicas. En Donostia publicó en La Voz de Guipúzcoa, Novedades, Erria, El Diario Vasco, La Voz de España y Unidad; en Bilbao también utilizaron sus fotografías El Liberal, Excelsior, Excelsius, El Pueblo Vasco, El Nervión, Euzkadi, Hierro, La Gaceta del Norte, El Noticiero y El Correo Español; también en Madrid imprimieron sus imágenes ABC, Ahora, As, Luz, La Nación, Esto; En Barcelona La Hormiga de Oro difundió sus imágenes y en Buenos Aires La Basconia le dedicó numerosas portadas.
En 1962 un incendio quemó parte del estudio y amenazó su archivo fotográfico. Un SOS se lanzó en los periódicos conservar la memoria gráfica de medio siglo. Por fin, en 1966 José de Artetxe acudió de parte de la Diputación Foral de Gipuzkoa a recoger las cajas que contienen su archivo. El Fotógrafo Aguila gastado por la edad le dijo como despedida: «Para hacer lo que yo he hecho hay que tener fe y luego amar a Euskalerria» . José de Arteche narra como se arrasaron los ojos «ojos de hombre puro, ojos de niño grande» cuando el jeep de Diputación terminó de cargar las últimas cajas del archivo (7).
El 18 de febrero de 1972 falleció Indalecio Ojanguren Arrillaga, pionero y propagandista gráfico del alpinismo vasco. El veterano fotoperiodista de la Gaceta del Norte Cecilio tras conocer la muerte del Fotógrafo Aguila escribe: «hombre bueno toda su vida que puedo asegurar se paseó por el asfalto, montañas y pueblos creando nada más que amistades, con su gracejo al hablar medio castellano medio vasco, vivo, dinámico y estupendo reportero gráfico, para la prensa nacional y extranjero, no se movía una pieza en todo el País vasco que no estuviese presente con su cámara (…). Así conocí yo a Indalecio Ojanguren y fui uno de sus «hinchas» como se dice ahora. Fue él quien siendo yo niño me envenó en la profesión que he ejercido casi toda mi vida.». El mismo año de fallecer Ojanguren las escavadoras derribaron su estudio para ampliar la calle San Juan de la villa armera. Años después el Ayuntamiento de Eibar en reconocimiento a sus méritos le puso su nombre a una calle.
Pero quedan sus imágenes, su herencia gráfica de una época de sombras y luces que sin haberla conocido podemos llegarla imaginar. En la actualidad, el archivo Ojanguren es propiedad de la Diputación Foral de Gipuzkoa, y está recogida en un fondo de más de 8.000 fotografías. Están al cuidado del Archivo General de Tolosa y se pueden consultar mediante microfichas, que también están duplicadas y puestas a disposición pública en el Koldo Mitxelena de Donostia. En la actualidad están proceso de digitalización, con la idea de poner las disitintas series que componen el fondo consultables a través de Internet.
Además existe una copia de este fondo en el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Eibar. De todas formas la gran capacidad de trabajo demostrada por el Fotógrafo Águila hace posible encontrar fotografías suyas en muchas colecciones particulares y archivos privados. Fotografías de Ojanguren están publicadas en la colección que Gerediaga Elkartea editó bajo el epígrafe «Durango Merinaldeko Irudi Kuadernoak» entre los que destaca «Urkiola Indalecio Ojangurenen argazkietan» impreso en 1993. Se trata de un cuidado cátalogo editado en colaboración con el grupo Tabira Mendizale taldea y el Patronato del Parque Natural de Urkiola a partir de una exposición homenaje a Indalecio Ojanguren. También el PhotoMuseum de Zarautz ha realizado exposiciones temáticas del fondo Ojanguren propiedad de la Diputación Foral de Gipuzkoa.
El Ayuntamiento de Eibar realizó en 1988 una exposición antológica con más de docientas ampliaciones a 30×40 realizadas a partir de los negativos en placa originales, con motivo del centenario del nacimiento de Indalecio Ojanguren. El Club Deportivo Eibar, del que Ojanguren fue presidente, publicó en 1999 un libro conmemorativo del 75 aniversario de la entidad. La Escuela de Armería en Eibar, realizó a Indalecio Ojanguren multiples encargos en los que destacan las visitas de personalidades de la politica anteriores a la Guerra Civil.
El valor actual de la obra del Fotógrafo Águila. se constata en la gran cantidad de publicaciones y exposiciones retrospectivas que utilizan sus fotografías. Son documentos de época cuyo valor de uso va en aumento e ilustran carteles, boletines sociales, artículos de periódicos y libros de historia local. Ojanguren fue observador y sobre todo constante en sus dos grandes aficiones: la fotografía y el alpinismo. Su espíritu de coleccionista le empujó a conocer y su profesión le obligó a difundirlo.
Notas: ______________________________
(1) Artículo de ELI OJANGUREN en la Revista Eibar, mayo 1988. (núm 302, pág. 11). También documenta la vida y fotografías de su padre en «Eibarko Argazkiak-Fotografías de Eibar». Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián. Donostia 1990.
(2) Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco. Ed. Auñamendi. Donostia, 1992.
(3) JUAN SAN MARTIN «Tres aspectos de Indalecio Ojanguren»(PYRENAICA 1967: Pág.41-47). Además es autor de muchos artículos glosando la vida del Fotógrafo Águila al que consideró su segundo padre.
(4) Boletín Kezka del C.D.Eibar.Febrero de 1971.«Indalecio Ojanguren el «Aguila». recopilación de textos a cargo de Pedro Agirregomezkorta.
(5) JOSE DE ARTECHE Revista Eibar, Egan, 1966.
(6) JOSU BILBAO FULLAONDO. Tesis doctoral presentada en 1987 «La fotografía en la prensa diaria vizcaina (1900-1937). UPV/EHU.Leioa, 1987. Publicada una síntesis en Fotoperiodismo en Bizkaia (1900-1937). BBK. Bilbao 1996 que incluye una biografía de Ojanguren.
(7) JOSE DE ARTECHE. «Ojanguren» Zeruko Argia. 28-8-1966, nº183, pág.3.y en la revista Eibar, agosto 1966.